Perder el tiempo sin límites y por miedo
El otro día recibimos un e-mail inquietante. Una participante nos decía que ha coleccionado desde hace meses nuestro newsletter, pero que la ponía mal no poder aprovecharlo y leerlo más detenidamente. Del mismo modo, mucho compran los cursos con gran entusiasmo. Los reciben y dicen estar contentos con su contenido...pero no se dan tiempo para responderlos con cierto ritmo para aprovecharlos al máximo. Esto nos hizo pensar en este tema: La administración del tiempo es algo imprescindible.Es imposible pensar que en 168 horas de una semana, alguien no pueda disponer de dos horas por día para pensar, reflexionar, analizar y tratar de encontrar soluciones a sus necesidades.
La vida actual nos da soluciones a cada paso : internet, webcam, conexiones por varias vías con casi todos los lugares del mundo, nos permite pagar las cuentas sin ir al banco o mientras hacemos compras en el supermercado, el uso del cajero automático los 365 días del año, el débito automático, el cable y el cine en casa, el delibery ... Sin embargo, no muchos utilizan estos beneficios para mejorar el aprovechamiento de su tiempo : ni en lo laboral, ni en lo personal. Y ésto sorprende. Pareciera que la educación tradicional todavía estuviera tan arraigada en las personas de todas las edades y en las diferentes latitudes que, el aprovechamiento de las nuevas opciones que nos presenta el mundo actual, no pudiera penetrar en su entorno para favorecerlo y en su lugar sólo se quejan inexorablemente. Se percibe angustia y desazón frente a este "no me alcanza el tiempo" o "no sé cómo hacer para que me rinda el tiempo". Muchos nos dicen que están agobiados por los informes y presentaciones que le solicitan sus jefes o sus clientes. Pareciera que son dos los temas que hacen a una persona girar sobre sí misma y complicarse la vida más de lo que la vida ya se complica sola. Uno es no saber poner límites. Y lo segundo son los miedos. Como siempre, aplicamos nuestra técnica Cre-In® y buscamos las dos palabras en un libro de sinónimos. Límite = linde, término, confín, raya, limitación, lomo, coto, hito, frontera, lado, borde, orilla, extremidad, meta, fin, culminación.... Miedo = recelo, cobardía, timidez, susto, asombro, espanto, pavidez, temor..... Ahora pregúntese :
¿Cuántas veces planificó el límite o el término de alguna actividad?
¿Cuántas veces llegó a la orilla y no supo donde ir ?
¿Cuántas veces alcanzó una meta?
¿Cuántas sintió que el fin estaba cerca?
¿Cuántas que la culminación de un objetivo se cumplía y podía comenzar con el siguiente?
¿Cuántas rayas le puso a su agenda para hacer a un lado lo innecesario?
¿Piense cuántas veces se justificó por cobardía y usó a la falta de tiempo de pretexto por temor o timidez?
¿Cuántas veces dijo o se dijo no puedo, no quiero, no debo, necesito, me hace falta y cuántas hizo algo para lograr satisfacer este "reclamo quejoso"?
Cuando se haya respondido todas estas preguntas verá que el problema no es el tiempo sino el mal uso que hace de él y la pérdida del mismo por su falta de planificación, por no poner límites y por no superar los miedos.
El otro día recibimos un e-mail inquietante. Una participante nos decía que ha coleccionado desde hace meses nuestro newsletter, pero que la ponía mal no poder aprovecharlo y leerlo más detenidamente. Del mismo modo, mucho compran los cursos con gran entusiasmo. Los reciben y dicen estar contentos con su contenido...pero no se dan tiempo para responderlos con cierto ritmo para aprovecharlos al máximo. Esto nos hizo pensar en este tema: La administración del tiempo es algo imprescindible.Es imposible pensar que en 168 horas de una semana, alguien no pueda disponer de dos horas por día para pensar, reflexionar, analizar y tratar de encontrar soluciones a sus necesidades.
La vida actual nos da soluciones a cada paso : internet, webcam, conexiones por varias vías con casi todos los lugares del mundo, nos permite pagar las cuentas sin ir al banco o mientras hacemos compras en el supermercado, el uso del cajero automático los 365 días del año, el débito automático, el cable y el cine en casa, el delibery ... Sin embargo, no muchos utilizan estos beneficios para mejorar el aprovechamiento de su tiempo : ni en lo laboral, ni en lo personal. Y ésto sorprende. Pareciera que la educación tradicional todavía estuviera tan arraigada en las personas de todas las edades y en las diferentes latitudes que, el aprovechamiento de las nuevas opciones que nos presenta el mundo actual, no pudiera penetrar en su entorno para favorecerlo y en su lugar sólo se quejan inexorablemente. Se percibe angustia y desazón frente a este "no me alcanza el tiempo" o "no sé cómo hacer para que me rinda el tiempo". Muchos nos dicen que están agobiados por los informes y presentaciones que le solicitan sus jefes o sus clientes. Pareciera que son dos los temas que hacen a una persona girar sobre sí misma y complicarse la vida más de lo que la vida ya se complica sola. Uno es no saber poner límites. Y lo segundo son los miedos. Como siempre, aplicamos nuestra técnica Cre-In® y buscamos las dos palabras en un libro de sinónimos. Límite = linde, término, confín, raya, limitación, lomo, coto, hito, frontera, lado, borde, orilla, extremidad, meta, fin, culminación.... Miedo = recelo, cobardía, timidez, susto, asombro, espanto, pavidez, temor..... Ahora pregúntese :
¿Cuántas veces planificó el límite o el término de alguna actividad?
¿Cuántas veces llegó a la orilla y no supo donde ir ?
¿Cuántas veces alcanzó una meta?
¿Cuántas sintió que el fin estaba cerca?
¿Cuántas que la culminación de un objetivo se cumplía y podía comenzar con el siguiente?
¿Cuántas rayas le puso a su agenda para hacer a un lado lo innecesario?
¿Piense cuántas veces se justificó por cobardía y usó a la falta de tiempo de pretexto por temor o timidez?
¿Cuántas veces dijo o se dijo no puedo, no quiero, no debo, necesito, me hace falta y cuántas hizo algo para lograr satisfacer este "reclamo quejoso"?
Cuando se haya respondido todas estas preguntas verá que el problema no es el tiempo sino el mal uso que hace de él y la pérdida del mismo por su falta de planificación, por no poner límites y por no superar los miedos.
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