ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO

Lo leí en La Revista de La Nación y me pareció interesante para reflexionar:

"Boicotear es impedir o entorpecer la realización de un acto o de un proceso para conseguir alguna cosa. En el caso del auto-boicot -señala la psicóloga-, la propia persona se impone el freno con el objetivo de obtener algo que aparentemente no favorece su bienestar, pero que sí satisface algún deseo inconsciente. Podríamos plantearlo, metafóricamente, como una lucha interna entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal que libran, en el interior de la psiquis, batallas de diferente intensidad y frecuencia. Por un lado, una fuerza positiva impulsa a la autonomía y el desarrollo personal; por el otro, una negativa trata de impedir el crecimiento y la evolución."
ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO
En busca de una mejor calidad de vida, podría pensarse en:

  • Trabajar la autoestima. Quien posee una valoración positiva de sí mismo difícilmente sostenga acciones dirigidas a cumplir con la profecía de que, indefectiblemente, le irá mal.
  • Regular los niveles de exigencia y tolerancia a la frustración. Cuando no puede cumplir con alguna expectativa de logro personal o conseguir algo que se había propuesto, si su capacidad para afrontar frustraciones es pobre, se sentirá víctima de lo sucedido. Las acciones derivadas de ese suceso se dirigirán inconscientemente al autocastigo, lo que hará que se cumpla la profecía desgraciada que él mismo generó.
  • Cambiar de anteojos o ajustar el foco. Es muy difícil que a una persona le vaya mal en todos los órdenes de la vida. Lo que suele suceder es que muchos evalúan su existencia desde la negatividad. Son los que suelen ver el vaso medio vacío en lugar de medio lleno. De esta manera, magnifican lo que no cumple con sus expectativas y miran la realidad de modo extremista y catastrófico.
  • Revisar la compulsión al enojo y la culpa. Cuando logramos recuperar la autoconfianza, conseguirmos romper con un estilo de emocionalidad pasivo y limitante donde suelen reinar la ansiedad, la ira, la agresividad y el sentimiento de culpa.
  • Reconocer los beneficios de la "asertividad". Se trata de asumir un comportamiento más adulto y sincero en la comunicación, donde la persona logre manifestar abiertamente sus pensamientos y deseos, y defienda sus legítimos derechos, sin la necesidad de agredirse ni de someterse a la voluntad de los otros.
  • Reemplazar algunas palabras del diccionario cotidiano. Tal como sugiere la licenciada López Blanco, "es importante quitar del vocabulario personal expresiones tales como: siempre, nunca, todo, nada", para ubicarnos en el contexto de una realidad con matices. Esto puede ayudarnos en la valoración de las cualidades, capacidades y logros.

No hay comentarios.: