Aquí el paso a paso del ejercicio.
Aquí Le recomendamos pararse frente a un espejo. Puede comenzar con uno que sólo le muestre su cara o la mitad de su cuerpo y otro día seguir frente a un espejo que le permita verse de cuerpo entero.
Párese lo más cerca posible sin tocarlo. Fíjese erguido con la espalda derecha y bien plantado sobre su eje corporal. Practique hasta que esa postura le sea cómoda, no debe estar tenso pero tampoco debe estar doblado o fuera de su eje, ¿se entiende?.
Respire por el abdomen (nunca por el torax) y busque que esta repiración sea profunda y pausada. Si no la aplica frecuentemente, puede sentirse mareado, tenga cerca una silla para descansar o sujetarse en caso extremo. Una vez que se sienta relajado, cierre los ojos y concéntrese en su imagen en el espejo, pero con los ojos cerrados. Sin mirarse directamente, mírese con los ojos cerrados "mentalmente". Recórrase en su espejo interior. Cuando lo haya logrado (no importa cuanto tiempo le lleve hacerlo), abra los ojos y mírese realmente frente a su espejo. Trate de realizar el mismo recorrido que hizo con los ojos cerrados. Ahora piense qué nota diferente y porqué.
Si lo desea puede tener un grabador cerca y comentar en voz alta las diferencias y su experiencia; o puede escribirlo en un papel o hacer este ejercicio delante de un coach para que lo escuche y luego pueda formularle algunos interrogantes :
-¿Qué parte de su cuerpo no vió?
-¿Qué parte vió distinta? ¿En qué proporción?¿Porqué cree que distorsionó esa visión?
-Si no pudo verse ¿Porqué cree que se conoce tan poco?
-¿Qué cosas no le agradan de lo que ve?
-¿Qué cosas le agradan de lo que ve?
Cuando haya reflexionado sobre estos puntos, cierre de vuelta los ojos, retome la respiración abdominal y trate de verse en el espejo con otro paisaje que no sea el ámbito donde está parado.
Piénselo primero con los ojos cerrados y luego ábralos y trate de ver otra cosa a su alrededor de lo que en verdad está viendo.
Se dará cuenta que está haciendo el ejercicio inverso : primero trató de verse con los ojos cerrados y ahora evita ver lo que hay para colocar un objeto o una escena imaginaria a su alrededor.
Viva ésto como algo muy placentero. Cuando se sienta feliz y relajado, vuelva a cerrar los ojos y regrese a la vida real. Es un ejercicio muy movilizador.
Aquí Le recomendamos pararse frente a un espejo. Puede comenzar con uno que sólo le muestre su cara o la mitad de su cuerpo y otro día seguir frente a un espejo que le permita verse de cuerpo entero.
Párese lo más cerca posible sin tocarlo. Fíjese erguido con la espalda derecha y bien plantado sobre su eje corporal. Practique hasta que esa postura le sea cómoda, no debe estar tenso pero tampoco debe estar doblado o fuera de su eje, ¿se entiende?.
Respire por el abdomen (nunca por el torax) y busque que esta repiración sea profunda y pausada. Si no la aplica frecuentemente, puede sentirse mareado, tenga cerca una silla para descansar o sujetarse en caso extremo. Una vez que se sienta relajado, cierre los ojos y concéntrese en su imagen en el espejo, pero con los ojos cerrados. Sin mirarse directamente, mírese con los ojos cerrados "mentalmente". Recórrase en su espejo interior. Cuando lo haya logrado (no importa cuanto tiempo le lleve hacerlo), abra los ojos y mírese realmente frente a su espejo. Trate de realizar el mismo recorrido que hizo con los ojos cerrados. Ahora piense qué nota diferente y porqué.
Si lo desea puede tener un grabador cerca y comentar en voz alta las diferencias y su experiencia; o puede escribirlo en un papel o hacer este ejercicio delante de un coach para que lo escuche y luego pueda formularle algunos interrogantes :
-¿Qué parte de su cuerpo no vió?
-¿Qué parte vió distinta? ¿En qué proporción?¿Porqué cree que distorsionó esa visión?
-Si no pudo verse ¿Porqué cree que se conoce tan poco?
-¿Qué cosas no le agradan de lo que ve?
-¿Qué cosas le agradan de lo que ve?
Cuando haya reflexionado sobre estos puntos, cierre de vuelta los ojos, retome la respiración abdominal y trate de verse en el espejo con otro paisaje que no sea el ámbito donde está parado.
Piénselo primero con los ojos cerrados y luego ábralos y trate de ver otra cosa a su alrededor de lo que en verdad está viendo.
Se dará cuenta que está haciendo el ejercicio inverso : primero trató de verse con los ojos cerrados y ahora evita ver lo que hay para colocar un objeto o una escena imaginaria a su alrededor.
Viva ésto como algo muy placentero. Cuando se sienta feliz y relajado, vuelva a cerrar los ojos y regrese a la vida real. Es un ejercicio muy movilizador.
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